Vivimos en un país en el que no todos los trabajadores están afiliados a un programa de seguridad social. La mayoría son personas que tienen un trabajo independiente, pero también existe el caso de aquellos que no gozan de prestaciones laborales. Antes, para este sector, adquirir una propiedad podía parecer imposible o una meta muy difícil de cumplir debido a que debían probar sus ingresos ante instituciones privadas. Los tiempos han cambiado, existen una gran variedad de instituciones que ofrecen esta oportunidad, así como facilidades financieras a las cuales no tenían acceso anteriormente.
Existen distintas modalidades como:Esquema de ahorro:
Consiste en ahorrar una cantidad (generalmente es lo equivalente al enganche o cierto número de mensualidades) antes de solicitar tu crédito. Con esto demostrarás tu capacidad de pago.
Renta a opción de compra:
Esto significa que deberás firmar un contrato de arrendamiento, donde especifique la opción a compra en el futuro y la cantidad que pagarás mensualmente. Esta será la misma que pagarías por el crédito que deseas solicitar.
Buen pagador:
Con esta modalidad debes demostrar que tienes capacidad de pagar un crédito a través de tus estados de cuenta, y tu historial en buró de crédito.
Estas son algunas instituciones que manejan este tipo de esquemas:
Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) tiene un programa llamado Crediferente, que va dirigido a personas sin afiliación al Infonavit o al Fovissste. Sus plazos van de los cinco a los veinticinco años, y se necesita dar el 10% del valor como enganche. El monto máximo que otorga es de $937,941. Dependiendo de tu capacidad de pago. Todos sus créditos se manejan a través de otras instituciones como: Casa Mexicana, ING, Santander.
Así que si estás interesado en solicitar un crédito de esta manera, solo tienes que acudir con un asesor de alguna de estas compañías para que te guíe durante el proceso. Estrenar casa no tiene porque ser un imposible.