- Más de 1 millón de personas han nacido o crecido en una casa de la
desarrolladora en 16 ciudades de 12 estados del país
- De iniciar con la construcción de unas cuantas decenas de casas,
a producir hoy en día más de 10,000 viviendas cada año y diversificarse en vivienda vertical y en Estados Unidos
- A la fecha es la desarrolladora de vivienda más importante y rentable de México.
En sus 44 años de operaciones, son ya más de 1 millón de mexicanos que han nacido o crecido en una casa de Ruba. En el principal patrimonio que una persona puede tener, por lo menos son ya dos generaciones de familias que han llegado a casa.
La inmobiliaria fue fundada el 28 de mayo de 1980 en Ciudad Juárez, Chihuahua, por el Ing. Don Enrique Terrazas Torres. Nació como una constructora con 4 personas por toda la plantilla laboral y construía casas bajo pedidos particulares, para el entonces recién creado Infonavit (1972) o para el Sorteo del Patronato de la Universidad Autónoma de Chihuahua en la década de los 80’s. En total, entre 20 y 60 casas al año en aquellos tiempos.
De aquellas decenas de viviendas al año que levantaba hace 4 décadas, a mayo de 2024 Ruba es la desarrolladora de vivienda más importante y rentable de México, con un promedio de más de 10,000 casas que entrega escrituradas por año en el país, de modo que se contabilizan ya más de 250,000 viviendas entregadas a sendas familias.
Y de sus nacientes operaciones emprendidas solamente en Ciudad Juárez, ahora la organización trabaja cada día en 16 ciudades de 12 estados: Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Chihuahua, Hermosillo, Ciudad Obregón, Monterrey, Torreón, Saltillo, Guadalajara, Puebla, Querétaro, León, Veracruz, Toluca y Cancún.
Adicional a lo anterior y con el objetivo de seguir diversificándose, Ruba también opera en el negocio de vivienda vertical en Guadalajara y Monterrey y asimismo en la renta de departamentos en Texas y Colorado, en Estados Unidos.
De aquellas 4 personas que originaron la empresa en 1980, ahora Ruba es una organización con 1,563 colaboradores en todas sus plazas, que genera más de 10 mil empleos directos en sus desarrollos y de la que dependen miles de familias.
Por sus finanzas sanas, flexibilidad para adaptarse a la demanda y su tendencia de crecimiento por 13 años consecutivos, tiene las calificaciones de corto y largo plazos más altas de la industria en México por parte de dos de las agencias calificadoras más prestigiadas a nivel global. Fitch Ratings y S&P Global Ratings ratificaron la calificación de largo plazo de “AA (-)” con perspectiva estable, y para emisiones de deuda de corto plazo, Fitch ‘F1+’ y S&P ‘A1+’. Lo anterior le ha permitido colocar, desde 2004 a la fecha, 7 bonos de deuda bursátil a través de la Bolsa Mexicana de Valores.
Como reconocimiento a su cultura organizacional y a su clima laboral, desde hace 20 años Ruba ha sido certificada como “El Mejor Lugar para Trabajar” del Great Place to Work, y también es una Súper Empresa Expansión-Top Companies. Es, además, una Empresa Socialmente Responsable (ESR), lo que conlleva contribución comunitaria, colaboración con gobiernos y sociedad civil, enfoque ecológico y ética empresarial. Por ello, además de su compromiso de operar como una ESR, la propia Misión de Ruba (“Contribuir a elevar la calidad de vida en las ciudades donde opera la empresa”) ejecuta acciones permanentes en comedores comunitarios, aporte de obra pública, apoyo a organizaciones de la sociedad civil, eventos pro-grupos vulnerables, convivencia vecinal, etc.
Además del esfuerzo diario por hacer comunidad, este camino en el éxito tiene su origen en el enfoque humanista desde la fundación por el Ing. Don Enrique Terrazas Torres y continuada por el presidente del Consejo, Ing. Luis Enrique Terrazas Seyffert; y por el director general, Ing. Jesús Sandoval Armenta. Dicho enfoque humanista se basa en que el colaborador es el centro de las políticas y acciones de la empresa: la realización de la empresa se alcanza cuando se da la realización personal, económica, profesional y familiar del colaborador, todo lo cual se traduce en actitud de servicio y casas de calidad. Y cada colaborador se conduce con el ADN Ruba: vivencia de valores, trabajo en equipo y visión a largo plazo.
Así pues, con este historial de modestia y de grandeza llega Ruba a sus 44 años, a sus primeras 250,000 viviendas escrituradas donde viven más de un millón de personas que, en comunidad, se han desarrollado en sus cuatro paredes y un techo que –mucho más que solo eso– han sido su hogar, su refugio, su cueva, su depa, su chante, su house, su cantón… su casa.