La infancia es una de las etapas más importantes en la vida de las personas. Define muchos rasgos de nuestra personalidad, que tienen gran impacto en la adultez. Por lo tanto, es necesario enseñarle a nuestros hijos, desde niños, a manejar sus emociones y a reaccionar adecuadamente ante los problemas.
Una de las cosas que más trabajo nos cuesta en todas las edades, es aprender a ser tolerantes cuando las situaciones no salen como lo esperábamos. Por eso, te decimos algunas formas de trabajar la tolerancia a la frustración de tus hijos.
Fomenta perseverancia
Hacer que un niño comprenda el valor del esfuerzo, además de todo lo que implica lograr los objetivos, es un gran ejercicio para enseñarlo a manejar sus emociones. Esto podemos ejercitarlo con aspectos de su vida cotidiana, como las notas escolares, la práctica de un deporte, o con alguna actividad extraescolar.
No ceder a todos los caprichos
Puede ser más fácil ceder frente a los hijos, para parar algún berrinche o por presión social. Pero, también es contraproducente. Hazle saber quién tiene la figura de autoridad y por lo tanto la última decisión. Así comprenderá, que no siempre puede tener la razón o imponer sus decisiones.
Déjalo ser independiente
Los niños tienen muchas capacidades, que por miedos o comodidad podemos frenar. Definir sus obligaciones, y dejarlo decidir con base en ellas lo hará más consciente, y sobretodo, estará preparado para afrontar las consecuencias negativas/positivas de sus decisiones. Con esto, no sólo aportarás al manejo de emociones. Sino que también estarás desarrollando su confianza.