Pese a que los gastos fuertes son -en algunas ocasiones- los únicos que tomamos en cuenta al hacer una inversión, las cantidades pequeñas, aquellas a las que les quitamos importancia, cuando se suman, resultan un factor que descompensa más que un simple gasto adicional. Si estás pensando en pedir un crédito hipotecario para comprar una casa, nosotros te decimos todos los gastos “chiquitos”, para que los contemples desde el principio y los agregues a tu cuenta final.
Los intereses crediticios
Cada crédito se maneja con un costo diferente, que podemos conocer desde el principio, a través del Costo Anual Total (CAT) esta es la cantidad a pagar, aparte del valor de la vivienda. Cualquier atraso en la mensualidad generará intereses.
Seguro de vida
Esto es primordial para proteger a la familia y a la vivienda en caso de muerte o invalidez total del contratante. El seguro otorga también certidumbre a la entidad bancaria de que el monto quedará cubierto en caso de un siniestro.
Seguro de daños
Los fenómenos naturales, así como los incidentes, son imprevisibles. Por eso, es bueno tener la seguridad de que nuestro patrimonio está protegido, por lo menos durante el tiempo de duración de nuestro crédito. Revisa detenidamente la póliza con el asesor de la institución que te otorgó el préstamo.
Comisión por administración
Estas comisiones se deberán cubrir durante todo el plazo del crédito y sirven para pagar la administración del mismo. Pueden ser varias cuotas, es esencial pedirle al asesor que especifique cada cargo en tu contrato. Pueden ser por apertura de crédito, gastos de operación, entre otras, depende del manejo interno de cada institución.
Seguro de desempleo
Aunque tengas un trabajo estable, no está de más comprar un seguro de desempleo. Así, en cualquier caso, pagar las mensualidades de tu casa no representará un estrés extra.